Mi ser de viento
mi dulce halo de certeza
tentada, sonreída, escuchada,
enigmáticamente aspirada.
Aquí, en mi mundo,
caracoleando mi blondo sentir.
Mi vestido ligero
desgarrado candor,
sonrisa blanca,
aérea incandescencia.
Mi levísima piel vive
en inocencia afligida,
mis besos límpios
en sueño profundo,
mi ser rompiente
abandonado al negro céfiro.
Aromático,
paralelo,
esbelto y fragante,
indecentemente quedo,
bellamente solitario,
dolorosamente hermoso.
Así recibo a tu sonrisa,
pícara,
tentadora.
Paciente amante.
Dulce pájaro de libertad
que llena mis sueños de amor
gozoso,
ubicuo,
salado.
Ali Avila©
Porqué una mujer como tu no puede amarme así? Yo te adoraría. Serías mi princesa y mi musa.
ResponderEliminarSiento celos del hombre que posee tu corazón.
No se quien eres pero no deberías escribir esto. Los celos son malos consejeros. Piensa que aún está por llegar tu princesa. No estés triste.
ResponderEliminarNo puedo decirte quien soy porque ni te lo imaginas y porque a lo mejor cuando me vuelvas a ver ya no me mirarías con esa simpatía que derrochas. Mejor que no sepas quien soy, así podré seguir disfrutando de tu sonrisa.
ResponderEliminarY tu eres mi princesa. Lo supe desde el primer día que te vi, pero tu nunca me has mirado de la misma manera. Me miras como al resto del mundo.
Como me entere de que algún canalla te hace daño, yo no se qué haría.
Uy, entonces ... me conoces en persona?
ResponderEliminarEsto no está bien. Deberías decirme quien eres.
El negro céfiro acariciará gozoso y ubicuo con su beso salado tu alma lúcidamente ingrávida.
ResponderEliminarSi me conocieras, sabrías que mi alma ingrávida acaricia gozosa unos ojos negros, tan negros como el céfiro cielo nocturno, que me acompaña cada noche hasta que mi yo más íntimo cae rendido ante la modosa y letárgica modorra que confunde sentidos y afectos. Si apenas rozaras alguno de mis sentimientos sabrías que mi alma ya tiene dueño.
EliminarTal vez algún día yo puede ser dueña de su alma mortal...