Deseaba un amor dulce y amable
un amor sincero,
hecho de pequeños mimos,
de frágiles detalles.
Un amor forjado en la amistad,
portador de un corazón permeable,
sereno, pacífico.
Poblado de delicados guiños,
de etéreos besos.
Y me encontré navegando,
en medio de un huracán,
capitaneando olas gigantes,
surcando tempestades de pasión.
Ahora mis pequeñas manos
anegadas de deseo
no anhelan otra cosa que las tuyas
llenas de impetuosas caricias,
tus labios repletos de cálidos besos
y tus ojos henchidos de ardientes miradas.
Y sobre todo... tus palabras,
que se conservan limpias y sinceras
y me retornan a la niña que siempre fui.
Ali Avila©
No hay comentarios:
Publicar un comentario