Ciertamente nunca me había parado a reflexionar sobre lo que supone para el que escribe, el recibir un comentario (agradable o no) de lo que se ha dejado con cariño en el blog.
Ahora que yo escribo el mío tengo la sensación de que pasa desapercibido. No creo que sea el afán de notoriedad lo que me perturba, porque si fuera así no lo habría puesto en marcha nunca. Pero sí tengo que reconocer que como todo el que escribe, pinta, dibuja, en definitiva crea algo de la nada, siente en lo más íntimo la necesidad de compartir y por ende, la también necesidad de sentirse acompañado.
Sentir que lo que ha puesto en libertad sobre estas páginas virtuales llega a personas con rostro, con nombre, con alma.
Tal vez por eso cuando dejo aquí un trocito íntimo de mi cada noche, me despierto por la mañana pensando si alguien lo habrá recogido.
Deseando en silencio que haya sido así y que desee cuidarlo con amor. Con el mismo amor con el que yo lo escribí. Y esperando también, con anhelo, que me diga que está en buenas manos y que lo mimará.
Eso me haría muy feliz.
Por supuesto que si, siempre es recogido, siempre es admirado y muy muy respetado.
ResponderEliminarSe hace camino al andar y en ello se esta.
ánimo
Nunca pasarán tus palabras y tus obras desapercibidas. Son dignos de admiración tus pensamientos para muchos, que aunque no lo muestren cara al público somos incondicionales de lo que día a día haces por los demás desinteresadamente, intentando provocar ya sea una sonrisa, un pensamiento, un sentimiento. ..
ResponderEliminarSiempre optimista, a veces nostálgica, y siempre relajante, divertida, querida y admirada.
No nos dejes.
Muchas gracias lectores anónimos. Trataré cada día de ofrecer lo mejor de mi.
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