Mírame,
quieta estoy a tu lado
descansando muy leve.
Reposando mi corazón en el tuyo.
Ya han pasado los besos,
agitados, gloriosos.
Besos de luz,
como la que emana de tus ojos.
(Sonríes,
sereno, marengo).
Fuimos dueños de nuestra sangre,
vencidos el uno por el otro
en flamígera batalla.
Ahora, una luz difusa entibia la estancia,
trastornada,
azul,
que derrama alas sobre las sábanas
y delicadamente nos acoge
ebria de tu aroma y mi perfume.
Mírame,
quieta estoy a tu lado
descansando muy leve.
Posando en tu boca mis besos,
en sutil y casi irreal entrega.
Ali Avila@
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