y cada día, una nueva decepción.
Le amó con sus entrañas.
La quiso para ratos libres,
cuando aburrido de lo mismo
acudía a ella.
Le ofreció sus mimos.
El la regaló migajas.
No le compartió con nadie.
La compartió con todas.
Ella le regaló su luna.
El la arrancó el alma.
Y un día se escurrió entre sus dedos,
sin abandonar su sonrisa,
y casi sin darse cuenta,
se la heló el corazón,
se desinfló su alegría,
se borró su pasión.
Las horas se desdibujaron del reloj,
cada día, una menos,
hasta que no quedó nada,
hasta que ella dejó de existir.
Y se fue como vino... sonriéndole a la vida.
Ali Avila©
DEJENEUR SUR SOFÍA (Detalle) Acrílico sobre lienzo. 2012. Obra del artista Leo Vicent. |
Transmite sentimientos,
ResponderEliminarEl texto tiene hondura, sangre y escalofrío. Duele. Añade sangre a heridas abiertas. Invita al recogimiento y al abrazo. Al mutuo abrazo.
EliminarMuchas gracias, Leo por tus preciosas palabras. Me siento muy honrada con ellas y con la deferencia que has tenido al prestarme la imagen de uno de tus trabajos para ilustrar mis letras. Te estoy inmensamente agradecida.
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