Siempre creí que las personas teníamos un destino en la vida. Durante muchos años pensé que los dioses castigaban el mío poniendo en mi camino solo bocas negras, almas torturadas y corazones sucios.
Hasta que un día cayó en mis manos un texto pequeño, frágil, modesto pero perturbador.
Sus páginas me revelaron la existencia de una leyenda japonesa. La del hilo rojo del destino. Después de leerla, investigué sobre el tema descubriendo que en muchas otras culturas existen mitos parecidos.
Esta leyenda anónima cuenta que entre dos personas que están destinadas a tener un lazo afectivo existe un «hilo rojo», que viene con ellas desde su nacimiento. El hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse y no puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que existe entre ellas.
Poco tiempo después conocí a una persona que me contó esta historia haciéndome creer que yo estaba al otro lado de su hilo, pero solo fue un "héroe de papel".
Hoy en cambio creo haber alcanzado a vislumbrar el otro extremo de mi hilo rojo. Y lo se porque la felicidad rodea toda mi existencia. Nada es banal, ni inventado. No existen mentiras ni bonitas palabras vacías. Solo amor.
Me entrego en las manos del destino
que me lleva y me trae
como huérfana hoja de otoño
y me resigno a las lágrimas traidoras
que aparecen y brotan confidentes
sobre dos pétalos azules de luz.
Me someto al dolor desgarrador y frío
que me envuelve por las noches,
y me rindo en el silencio, y lo elijo
al bullicio de los que se aturden en la noche
para no ver en sus vidas el vacío.
Me abandono a la suerte del hado
crédulo a mi existencia.
Me entrego a ti,
hado rojo del amor,
y pongo mi corazón en tus manos.
Ali Avila©
Tu historia, es la mía, con hilo rojo de por medio y héroe de papel..
ResponderEliminarDisculpa mi tardanza en responderte. No suelo tener muchos comentarios (y respondiendo con esta celeridad me temo que no tendré nunca, jajajaja).
EliminarEspero que tu hado y tu hilo rojo del destino te hagan sentirte dichosa y feliz.
Te mando un beso y mis disculpas que espero aceptes.
Mmmmmmmmuack.