La melancolía es como un vapor febril,
un filtro,
una especie de demencia heroica que nos adormece.
Un cristal opaco,
una ola de seda anestesiada,
una borrasca estatuaria y tierna.
Un paisaje árido y gris,
una puerta hacia ninguna parte,
unos ojos yermos de lágrimas de amor malherido.
Una flor, una noche, mil deseos
una armadura obligatoria...
el honor de unos dioses arrepentidos.
Ali Avila©
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