Solía ocurrir
que en noches como esta
la melancolía llamaba a mi puerta
pidiéndome aparcar el corazón
para pensar en posibles y
abandonar imposibles.
Pero eso ya pasó.
Un recuerdo de besos,
el aroma a jazmín compartido
miles de sonrisas y
el sabor dulce de tu mirada curó
los sueños de marengo y de blues.
Ali Avila©
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