lunes, 10 de junio de 2013
Tarde de ilusa primavera
Tarde de ilusa primavera,
bajo una nube celeste,
mágicamente serena,
encerrada en la savia de una sangre secreta,
construía cada día un poema,
bebiendo del alma de un oasis de sosiego.
Vivificada por su secreta poesía
dotaba de alas hermosas palabras,
y destellos de ardientes verbos
vestían sentimientos ocultos tras una lágrima de fe.
Sabios e inocentes, bañados con la difícil luz,
arcaica como el mundo,
virgen como el amanecer,
reposaron cálidos sobre el papel de un viejo cuaderno.
Y un brillo incansable de cerúlea mirada
creció esa tarde como ilusa primavera
y luna pensativa de noche agitada
para alcanzar trémulo el orgasmo final
de las palabras desnudas
que brotaron deseadas
de manos que encierran amor como dulce beso.
Ali Avila©
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Le haces el amor con las palabras al espacio en blanco. Es lógico que haya un orgasmo tras semejante caricia. Tan lógico como que salga el sol un dia más...
ResponderEliminarEn realidad las palabras se acarician unas con otras. Yo solo las animo a llegar y ellas, dóciles, se colocan solas ocupando el lugar que las complace.
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