Mi primer poema lo escribí
con tus besos y mi forma de amarte,
con la ingenuidad de no haber sido amada antes.
Mi primer poema lo escribí
con el recuerdo de tu primera mirada
tan dulce,
tan anhelante,
instantes antes de sentirte amante.
Mi primer poema lo escribí
con el salitre de mis lágrimas
al salir de tu sedienta boca
y besarte dulce los labios.
Mi primer poema lo escribí
con cada palabra dibujada
cada verso sugerido
con cada mechón de tus canas
con tu saber y el mío.
Mi primer poema lo escribí
al darlo todo pidiendo nada
susurrando verdades,
tocando el fuego de tu alma.
Mi primer poema ya no es nada en tu mirada.
Ali Avila©
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