Un pensamiento se adueñó de ella al despertar. El color de su ropa interior
le recordó todas las noches que pasó en sus brazos. Cada sonrisa,
cada mirada. Ella se concretaba en los detalles.
La forma en la que la hacía estremecer. El modo en el que la desnudaba,
como si su piel fuera una seda que hubiera que acariciar dulcemente.
Como si al respirar pudiera ella desvanecerse. Por eso él rozaba sus mejillas,
levemente, con sus labios. Con el dorso de sus manos, varoniles y aún así, suaves. Cálidas.
Y en cada beso, ella florecía ávida de amor.
Un día el calor de sus cuerpos dejó paso al invierno.
Ella jamás volvió a sentir la primavera en su piel.
Ali Avila©
Qué color era ese?...
ResponderEliminarA todos nos llega el invierno de nuestras vidas.
El color del amor.
EliminarEn cuanto al invierno... solo llega si el amor muere o lo matan. Si no... siempre sería primavera.