Protegida de los vientos
entre claveles carmesí
y lirios de agua.
Su leve y etéreo vestido
jamás traspasó la luz del día
y la desnudez de su alma florida
no creció tentada.
Secretos aromas
se mezclaron invisibles
misteriosos y frescos
entre sus cándidos pétalos.
Y sus pistilos de amor
colmaron de fragante calma
la dulce tarde de tormenta azul.
Ali Avila©
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