Amantes que se saben firme vocación,
vagos proyectos
y tenues sonrisas
de futuro incierto y esperanzado.
Se reconocen por besos callados,
por el calor de sus manos,
por el latir de sus miradas secretas.
Y se aman...
... como un estallido
como una explosión de júbilo
como una ráfaga repentina
que se alza y corona el paso del tiempo
que permanecen juntos.
Una eternidad guardada
en unas horas de pasión y
blonda tibieza.
Y una lágrima escondida
tras una muda sonrisa
que quemará silenciosa
hasta su próximo sueño.
Ali Avila©
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