Quedo, fragante,
de menta y citrón,
danzando en la noche crepuscular.
Fijar mis ojos en tu silencio,
en el cautivador tacto de tus manos.
En las palabras dulces
de tu lengua balsámica.
Sentir el ritmo de tu corazón glorioso,
bailando al compás de tus alas.
Silueta que preside cada verso,
cada sombra que se escapa,
cada sustancia que intercambiamos.
Fogoso ímpetu de corcel desbocado,
penetrante e indisoluble
que disloca mi vehemente pasión
y atesora libre tu amor amante.
Ali Avila©
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| Rafael Navarro |
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