Soy el perfume que invade tu aire
un dulce silencio que descansa muy leve en tu gesto.
Tu, esa dosis de esperanza,
la cálida propagación de la luz,
un tierno soplo de verdor en mi alma.
Soy la sorpresa, el susurro que estremece,
soy tu adicción contenida.
Tu, mi calma, mi sonrisa constante,
mi rubor, mi meditada compañía.
Soy el poema que en la distancia te sana
la visión de tu elegancia renovada.
Tu, ese reto que me encanta,
ese beso azul, sereno,
que mis labios reclaman.
Soy esa pálida mirada sin súplica,
una serena presencia,
el enigma evidente de tu risa donde yo se que existo.
Tu, una mano firme y franca,
un corazón desnudo,
el palpitar que me falta.
Ali Avila©
No hay comentarios:
Publicar un comentario