A mi lado, no puedo pensar sino en amarte.
Y soñar con imposibles.
E inducir, tentarte y
provocar el secreto.
Desearte presente,
codiciar tu realidad,
tu presente realidad.
Recibir tu sonrisa engolfada.
Tu mirada infantil.
Tus ademanes juiciosos, tu recelo. Tu misterio.
Confesora de tus miedos y tus sueños por cumplir.
De mis pecados y los tuyos,
que son los mismos al fin.
Señora de nuestras vidas cruzadas
y sirviente de nuestro destino ajeno.
He despertado de golpe de mis propios sueños.
Lejos de mi, no puedo pensar sino en seguir amándote.
Ali Avila©
Triste, muy triste.
ResponderEliminarEs como la vida misma.
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