Desvelada.
A medio camino
entre el deleite y la culpa.
El cielo se desnuda
perdiéndome en su intensidad.
Presta a seguir despierta,
eternamente,
para robarle el silencio al alba.
Temblorosa eternidad
que me ahoga
aullando dulce
a una luna ajena.
Miedo irracional
a perder tu mirada.
Turbada a la condena
de mendigar tu amor.
Ali Avila©
Triste, la dulce tristeza del amor.
ResponderEliminarEvocador poema,
saludos.
Inevitable sentimiento, "esa cosa" del amor.
ResponderEliminarHermoso y tremendo a un tiempo.
Un saludo, Beatriz.
Gracias por venir a verme aquí :)