todo ese frío invernal paralizado.
Mis manos inertes,
ciegas,
... y una lágrima de amor perdida en mi mejilla.
Recuerdo haber nacido allí,
durante ese breve instante
en el que sus labios y los míos
fueron una sola boca,
... luego, mi intimidad se fugó en un poema.
Ali Avila@
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