No quiero cerrar mis ojos,
mirar hacia otro lado
continuar en el umbral de mi angustia
para escapar de mi atribulado destino.
Libro crueles batallas
entre un corazón latente y vivo
y el cielo que se aleja en su hondura.
Extravío-me entre mis lágrimas,
muriendo cada noche un tanto.
Retengo en mi tu nombre
el aroma de tu viento
cada acariciada sonrisa
jugando un instante con tu recuerdo...
... pero nada calma mi pena,
consumida mi dicha entre sueños
y vanas esperanzas.
Por eso no quiero cerrar mis ojos,
por eso no duermo dormida,
asustada por creer que solo ha sido una quimera
tu sonrisa,
mi alegría,
nuestra vida.
Ali Avila©
Esto es mucho más que juntar palabras
ResponderEliminarNo hay nada tan real.
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