Watching you
domingo, 30 de marzo de 2014
Amazona herida
lunes, 17 de marzo de 2014
Atrezzo musical - Gustav Mahler
Sinfonía Nº 5 Adagietto
Hoy, un bonus track especial para el amor de mi vida. Una pieza con la que transmitirle todo mi amor. Condensa en cada nota la emoción que siento a su lado.
Sentencia de amor
En la llanura inmensa y calma
de mi existencia océana,
tentando solemne al frágil destino
imploro a los dioses su aquiescencia.
Te culpan de mis noches de luna,
de la sonrisa que construyo cada amanecer,
del aleteo de mi alma inmaculada,
del sabor que abandonas en mi boca después del café.
Por eso te condenan a sentir la música de mis ojos,
el ondular de mi cabello sobre tu rostro,
a vivir en la casita colgada de mis sueños,
a respirar el aire que estremece mi vida,
El hilo rojo de nuestro destino permanece intacto
y la dulce confianza descansará
acariciada en la verdad del amor que todo lo puede.
Ali Avila©
lunes, 10 de marzo de 2014
Azul de primavera
El aire inquieto de su vida
está presente sobre la mirada desnuda,
sintiendo velado su cuerpo distante.
Su azul de primavera
se adivina en la piel
y levemente espejea, inquieto,
pronunciando silencioso su envío.
Vibrando de estremecida espera
ella, blanca e ingrávida
se deshace en muda dicha.
Esperando sentir el fuego de vida
la mano extendida en cálida luz,
el beso ardiente e invicto,
la ladra del corzo elegido desde la espesura.
¡Ámala presto!
su azul te espera.
Ali Avila©
martes, 4 de marzo de 2014
Sin esperanza
El mundo sigue latiendo
y la desesperanza avanza
sobre el pecho desnudo
de una corza estremecida.
El aire, libre ya de bramidos
apaciguados por la estación de la calma
apura los besos lunares
trémulos espejismos de un amor agotado.
Muda ya la imagen, en tiempos deseada,
reposa en el cielo mágico del olvido
aletargado el aliento de otrora invicta pasión
a cuya orilla se acerca, fugaz,
a calmar su conciencia mortecina y silente.
Ali Avila©
lunes, 3 de marzo de 2014
El último amor
Se renueva cada día,
con cada amanecer
y languidece nocturna en la sombra
de una ausencia demasiado larga.
Descansa muy leve
temiendo perderse una respiración,
una palabra,
una sonrisa que endulce
el puro azul de su mirada.
Dueña es de sus propios latidos,
aún tumultuosos,
flamígeros,
nacidos bajo el fuego de un amor
dorado, terroso y amante.
Todavía aletea tenue,
célibe y piadosa
por un querer en la sombra
con vocación de rapto y secreto.
Pero sabe, bajo su boca caliente
que pierde
y la desesperanza la invade
porque era el último afecto
el último gesto
el último amor.
Ali Avila©
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