Porque la noche silenciaba tus palabras
mis pensamientos corrieron
impetuosos y libres.
Siempre infinitos,
gloriosos.
Llenos de la magia
que otorgaba al amor
un velo de dulzura.
Porque la noche silenciaba tu voz
mis pensamientos se precipitaron
risueños y osados.
Aterciopelados,
por la quietud y la calma
de mis pupilas perdidas
en esta noche suavísima.
Ali Avila©
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