Indómito mar,
seductora compañía.
Aliado de figurados viajes.
Felices planearon sus aguas
miles de rutas,
desde sus misteriosas entrañas
bajo mi alegre navío.
Triunfante,
poderoso
y sabedor de su fuerza,
embestía salado y falsamente pacífico.
Albergué fantasías marinas,
soñando en sus marengos,
imposibles y ficticias aventuras.
Y esperé
paciente, resignada
a que sus olas bravas
desearan lamer mansamente mi nave.
Hoy, súbitamente náufraga,
mi velamen zozobra sin remedio
navegando en sus rompientes.
No ha resistido su airado desdén
quebrando sensible la mesana.
Ali Avila©