Eras mi última esperanza de creer.
Una dulce tristeza se apoderó de mi piel,
dichosa al sentir tu voz cerca de mi alma.
Respiré una nube negra que sobrevolaba mis pensamientos:
... y por un instante te sentí ausente de mi vida futura.
Y me pregunté...
¿Soy un juguete de moda que dejará de estarlo?
¿Un capricho de ahora que abandonarás usado?
¿Un reflejo de tu vida que permitirás perder después de soñado?
***
Eras mi última esperanza de soñar.
Una mezcla explosiva de emociones sacudía mis cimientos.
Mi carne labrada por yugos de injusticia se sentía libre al fin
y un ansia infinita de estrellas anidó en mi piel a tu lado,
pero mi corazón seguía preguntando ....
¿Y mañana qué pondré en el sitio vacío que dejarán tus sonrisas?
¿Pondré un amanecer, un ocaso,
quizás mis lágrimas?
***
Fuiste mi última esperanza de amar.
La corona de rosas que un día prendí en mi pelo
se tornó en espinas marchitas de luz.
Plegarias que un día estuvieron vivas
yacieron esparcidas una aciaga noche de noviembre
asestando una estocada de muerte.
Porque fuiste el último amor,
mi único amor. No lo sabes?
El último.
Ali Avila©
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Photographer: Francesca Woodman |
No, no, no, no. NO.
ResponderEliminarPara nada debe ser así. Le sobra a usted la palabra "Ultima".
Saludos
R.C.