Te amaba con el alma,
anhelante,
temblorosamente enamorada.
No me importaba el mundo,
tu lo llenabas todo.
Pero tus miedos
mataron el amor.
Ya no quedan más caminos.
Hoy me libero de la condena,
de tu juicio,
de tu sombra.
Vacío mis labios de ti.
Ahora ellos sólo anhelan
el dulce elixir de la soledad.
Mi libertad!!
Sólo una lágrima lo empaña todo,
una lágrima por ti.
Ali Avila©
Es un poema precioso.
ResponderEliminarSi que lo es, si...
Muchas gracias.
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