Le escribo al amor desde el silencio.
Desde esa ausencia que ya no duele.
Mastiqué soledad,
amarga,
inacabada.
Caí, volé y volví sobre mis pasos
bajo mi cielo siempre protector.
Ahora, la mañana se acerca,
el día viene a buscarme,
alto,
firme y decidido,
roto el silencio por el deseo.
Ali Avila
Con mucho sentimiento, intenso!!hermosa poesía!!!
ResponderEliminarMuchas gracias.!!
EliminarDeseo; buen pretexto para romper el silencio.
ResponderEliminarSin duda lo es.
EliminarEl deseo es un licito motivo para romper el silencio.
ResponderEliminarMi deseo de escribir prevalece ante el silencio, la tristeza o el desánimo.
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