lunes, 8 de septiembre de 2014

El corazón que acunaba tus sonrisas

El verano se nos muestra eterno,
poderoso en sus noches de luz
inagotable,  estrellado,  acogedor.

... pero pronto llegarán las tardes de lluvia
las hojas perdidas sobre el asfalto,
los días grises sin marengos ni azules.

Nos invadirán de nuevo
la fría nostalgia,
la compañía inexistente,
esclava, servil,
la dócil y sumisa nada.

Y mi vida y tu muerte se mirarán a los ojos.

Y echarás de menos mi canto de mujer enamorada
cada día al salir del trabajo,
en tus madrugadas insomnes,
en tus acompañadas soledades.

Retumbarán en ti mis palabras
el eco de mi aroma jugará contigo
y por fin reconocerás la verdad,
pero el corazón que acunaba tus sonrisas,
ya no estará para ti.
Ali Avila@





2 comentarios:

  1. Siempre se puede encontrar en otoño alguna forma de vida inteligente

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