su voz se desfondaba entre palabras ajenas,
cobardes.
El amor desconfiaba de ellas.
eran trampas de sal,
olas lujuriosas,
esquirlas dolientes en el alma,
como música taciturna.
Y huyó.
Un escalofrío sacudió entonces los hombros
de alas y olas vencidas,
rompiendo el sangrante hilo del destino,
separando las venas de su cítrica virilidad.
Era más fácil habitar otro destino,
regalar nuevas sonrisas,
que romper los lazos de la estrella construida, n'est pas?
...
Habitante sin vértigos,
en libertad vigilada,
su palabra de sangre fue siempre agua estancada.
El pulso de su mundo, fingido.
Alma agónicamente pavimentada.
Ali Avila@
Amiga, pero ese es un cobarde! Mejor para ti, porque nunca te iba a dar lo que tu mereces. Que se vaya a su casa y a sus miserias.
ResponderEliminarMe resulta imposible callarme. Me descubro. Grande! Una de tus mejores composiciones si no la mejor. Arte puro que consigue remover los sentimientos con palabras contundentes, con cargas de profundidad.Palabras de rencor, palabras crueles que alcanzan su blanco, producir un sentimiento de pena infinita que agota cualquier forma de ilusión o esperanza. Enhorabuena, todo un poema!
ResponderEliminarPor cierto, Antes de que se Me Olvide he de deciRtE que se nota mucho ya la presencia e influencia de aromas y efluvios extranjeros, n'est pas?
Mmmmmmmmuak!!!
Que difícil ser mujer y poeta en estos tiempos. En Francia y veo que aqui también. Todo se critica. Lo que tengo de familia española siempre decía que era bueno que hablan de ti, aunque sea mal. Querida un fantástico poema, aunque no guste. Creo que llegarás lejos. Lo se desde la noche que nos conocimos. Serás una nueva Alda Merini. Bonne chance.
ResponderEliminarQuerida Gabrielle, has sido todo un descubrimiento. Tengo mucho que aprender de ti. Supongo que la dilatada experiencia te da esta tranquilidad que derrochas. Nunca me había impresionado tanto hablar con una mujer. Tu esencia me ha conmovido y emocionado. Gracias por tus buenos deseos. Espero que se cumplan.
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