Los sueños, corrompidos en desamparo
la alargada soledad,
modosa
lenta.
El anhelo, perseguido
entre un mar de vacíos
y la cruel melancolía.
... y un cielo teñido de lágrimas
abandonado ya a la quietud.
Abismo impenetrable, por el que
irremisiblemente,
cae el amor
negro, pesado,
como los vapores ebrios del olvido.
Una pasión hondísima, llamea
inmesa,
abisal
empero doliente.
Parece todo perdido
el reto, la luna, lo marengo, lo azul.
... y una sombra cerniente, turbulenta
sobre los palpitantes labios,
aún dulces, aún puros
aniquila los últimos rayos de esperanza.
Ali Avila @
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Emily Quemaduras © - Jelly |