martes, 19 de julio de 2016

TODO LO AJENO

Surge la duda en mi.
Escribo cada noche, como si de una condena se tratase. Repaso cada lágrima.
Pongo un ramo de besos sobre la mesita que acompaña mis sueños. Y me sumerjo en la corriente de palabras que brotan de mis manos. De las tuyas. De todas las que descubro, observo, retrato.
Por un momento me abandono, no quiero salir de ese mundo mío que he creado de la nada. No existiría sin él. El mundo de verdad ruge, vive, se arrastra como si yo nunca hubiera existido.
Mi llanto, mi boca, mi desnudez revelan cada trazo del agudo dolor, del extraño abandono que estremece mi cuerpo.
Descuido las fronteras. Nunca sirvieron para contener mis sentimientos, pero este mundo real empequeñece mis versos.  Solo me salva la luz de cada amanecer.
Ali Avila©

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