domingo, 12 de junio de 2016

El libro de su vida

Anduvo bajito,
casi de puntillas 
sobre los renglones de su propia vida.

Leyó bramar a fieras
en la soledad de su existencia,
condenada a una oscura mudez.

Surcó tempestades,
versos de silencios mortecinos, 
áridas y deshabitadas páginas desoladas.

Durmió su crónica
 sin identidad, sin  risas, sin palabras.

...


Castigo y padecimiento
para hallar al fin la vida vivida,
su brisa suave,
su texto abierto,
su gran sol dialogante.

Bella en su crespuscular sosiego
tendió su mano confiante y certera al viento
para escribir juntos 
las páginas más hermosas 
del libro de su vida.
Ali Avila©

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